viernes, 13 de marzo de 2009

“CONVENIO 169 COMPROMISO DE TODOS”

Introducción

Es un gran gusto para mi el terminar el seminario de Indigenismo de la Maestría de Negocios Internacionales de la Universidad Francisco Marroquín analizando El Convenio 169 de la OIT pues, sin lugar a duda, este es el instrumento jurídico más importante por ser el único instrumento internacional adoptado por la Conferencia Internacional del Trabajo en junio de 1969, y ya ratificado[1] por Noruega, México, Colombia, Bolivia, Costa Rica, Paraguay, Perú, Honduras, Dinamarca, Guatemala, Países Bajos, Fiji, Ecuador y Argentina.
El ensayo se divide en dos la primera parte esta basada en un analisis de forma del convenio, la segunda abarca conclusiones personales actuales y a futuro.

Parte I.

Al ver la lógica de su estructura me parece una estructura adecuada la cual hace posible la presentación de reclamaciones ante la Oficina Internacional del Trabajo que puede iniciar una investigación y, en caso necesario, la queja puede llegar a la Corte Internacional de Justicia. Como se sabe, la CIDOB ha denunciado el otorgamiento de 27 concesiones forestales sobrelapados en territorios indígenas "inmovilizados". El convenio esta dividido en tres secciones principales y cada una de ellas tiene varias partes. La primera sección se aboca a la política general que los gobiernos deben seguir en sus relaciones con los pueblos indígenas y tribales. La segunda sección trata varios temas sustantivos en una forma mucho más específica. Y la sección final trata de asuntos generales y administrativos, aunque aspectos de orden administrativo también pueden encontrarse en las demás secciones del Convenio. Esta descripción es válida en América del Norte, Central y del Sur, y en ciertas regiones del Pacífico”[2].
Al analizar las palabras claves quiero resaltar Indígena, la cual es definida en el convenio en el artículo uno, numeral uno, literales a) y b), donde son “considerados indígenas por el hecho de descender de poblaciones que habitaban en el país o en una región geográfica a la que pertenece el país en la época de la conquista o la colonización o del establecimiento de las actuales fronteras estatales y que conservan todas sus propias instituciones sociales, económicas, culturales y políticas, o parte de ellas”, se agrega un componente subjetivo: “La conciencia de su identidad indígena”, o sea el sentimiento del individuo de pertenecer a un determinado grupo étnico, socio-culturalmente diferente. Cabe resaltar asì mismo el uso del término descriptivo tribal donde la intención era abarcar una situación social y no establecer una prioridad basada en los antepasados que habrían ocupado un área territorial primero.
Para los indígenas presentes en la elaboración del Convenio la inclusión del término pueblo fue considerado un logro de gran importancia porque abrió una perspectiva sobre el derecho para determinar libremente su estatus político así como su propio desarrollo económico, social y cultural. Sin embargo, la utilización del término en la Convención 169 esta provisto de un candado: “La utilización del término "pueblos" en este Convenio no deberá interpretarse en el sentido de que tenga implicación alguna en lo que atañe a los derechos que pueda conferirse a dicho término en el derecho internacional.” Antes de todo hay que señalar que a pesar de que en el derecho internacional, como la Carta de la Nacio­nes Unidos de 1945, se habla de pueblos, el término nunca ha sido definido de manera satisfactoria. En efecto, la organización de los Naciones Unidas no es una organización de naciones ni de pueblos si no una organización de Estados. A pesar de la ideología decimonónica del estado-nación y la idea de que a cada nación le corresponde un Estado, de hecho Estado y nación o pueblo son entes muy diferentes. La mayoría de los Estados existentes abarcan varios pueblos (y minorías) entre los cuales a menudo existen relaciones a-simétricas de dominio.
Asimismo, el Convenio 169 adopta el término "territorio". El artículo 14 dice, prescriptivamente, que "Deberá reconocerse a los pueblos interesados los derechos de propiedad y de posesión sobre las tierras que tradicionalmente ocupan". Con cierta ambigüedad, por no referirse al Artículo 14, el Convenio 169 aclarece que La utilización del término "tierras" en los artículos 15 y 16 deberá incluir el concepto de territorios, lo que cubre la totalidad del hábitat de las regiones que los pueblos interesados ocupan o utilizan de alguna manera. (Art. 13) De esta manera el Convenio se refiere a la "hábitat" principalmente en términos de recursos utilizados. Aunque se mencione la importancia especial de la tierra para las culturas y valores espirituales de los pueblos indígenas, no se establece una clara vinculación con las "costumbres e instituciones propias" mencionadas en el mismo Convenio. El Convenio 169 trata el "territorio" como recurso, por un lado, y como espacio espiritual, por el otro, pero evita hablar del territorio como espacio político o de jurisdicción.

En cuanto a la delimitaciòn de la aplicación según el articulo 1 del convenio se aplica el convenio a los pueblos tribales en países independientes, cuyas condiciones sociales, culturales y económicas les distingan de otros sectores de la colectividad nacional, y que estén regidos total o parcialmente por sus propias costumbres o tradiciones o por una legislación especial.
Además que se aplica a los pueblos en países independientes según el articulo 2 los gobiernos deben asumir la responsabilidad de desarrollar, con la participación de los pueblos interesados una acción coordinada. Sin embargo según el artículo 38 del mismo establece que ese convenio obligara únicamente a aquellos miembros de la Organización Internacional del Trabajo cuyas ratificaciones haya registrado el Director General.
La flexibilidad del convenio se ve tanto en el artículo 13 y 16 en donde las disposiciones establecidas aclaran que se darán siempre que no choque con la ley. Así mismo el artículo 34 establece que la naturaleza y el alcance de las medidas que se adopten para dar efecto al convenio deberán determinarse con flexibilidad, teniendo en cuenta las condiciones propias de cada país. Esto no significa que los gobiernos puedan aplicar el convenio como quieran, sino que se deben tomar distintas medidas teniendo en cuenta la diversidad de países y culturas. Cabe destacar que no existe una solución única para los problemas de los pueblos indígenas y tribales del Brasil, el Canadá, la India, Rusia, las Filipinas o de otros países. Cada caso amerita una solución flexible y adaptada a la situación nacional específica.
Parte II .

Las refor­mas constitucionales que han sobrevenido en los países lati­noamericanos en los últimos tiempos así como la ratificación del Convenio 169 de la OIT significan una ruptura, por lo menos simbólica, con la ideología nacionalista decimonó­nica. Incluso se ha dicho que tal vez estamos entrando en una era de constitucionalismo pos-nacionalista que permite sentar las bases para una nueva convivencia entre pueblos.
Desde que Guatemala ratificó el Convenio 169 asumió jurídicamente compromisos para cumplir cada una de las disposiciones del Convenio. Sin embargo diversas consideraciones indican que las necesidades de estas minorías no han sido atendidas desde su origen con realismo y justicia.
La población indígena en Guatemala pese a haber ratificado el Convenio hace más de 10 años no aprecia avances en la situación de discriminación, pobreza y exclusión social, términos dolorosos que acompañan al indígena desde el registro de su nacimiento, como un documento imborrable que portará junto a su documento de identificación.
En un intento de integración, los grupos indígenas se desplazan hacia las áreas urbanas, donde pasan a constituir grupos de extrema pobreza, habitando sectores marginales de la metrópolis. Sus cartas a jugar están lejos de las de un ganador, pues no ha alcanzado competencias académicas en beneficio de la integración social. El gobierno guatemalteco no ha establecido mecanismos orientados a fortalecer la incorporación de los indígenas al quehacer económico, condicionando la inevitable migración a la formación de precarios grupos suburbanos que apoyados en el origen cultural deben establecer sus propias redes de apoyo y asistencia
Pensando en el futuro no podemos saber exactamente a dónde nos llevan las reformas del Estado en un ambiente de cambio global. En primer lugar, los pueblos indígenas deben conocer sus derechos colectivos establecidos en el Convenio. Porque nadie pueden exigir el cumplimiento de un derecho si no la conoce. En segundo lugar, una vez conocidos estos derechos, hay que saber los procedimientos legales para hacerlos valer. Lo mejor es que esto se haga en forma unida, conjunta y solidaria para hacer valer estos derechos frente a un Estado nación racista, discriminador y excluyente. Por último, aliarse con otras organizaciones y pueblos indígenas. Si hasta ahora se habla de globalización económica, se puede hablar también de globalizar las luchas en defensa de los derechos humanos.
Así mismo Considero que la aplicación del Convenio 169 debe contar con una enorme voluntad política de los amos, descendientes o herederos de los fundadores del Estado, pues hasta la fecha, en nuestro país, las consultas a los pueblos indígenas sobre la explotación de recursos naturales existentes en sus territorios son totalmente nulas.
Considero también que el cumplimiento del Convenio va a depender de la lucha legal, política y técnica de los pueblos indígenas. El propio ordenamiento jurídico ofrece herramientas para la defensa y garantía de los derechos colectivos. Dentro de estas tenemos el juicio o acción de amparo, acción de inconstitucionalidad. Están asimismo las instancias supranacionales tales como la posibilidad de plantear una queja o reclamación ante los órganos de control de la OIT y la Comisión y Corte Interamericanas de Derechos Humanos.
Podemos concluir de esta breve intervención:
1. El Convenio 169 se ha convertido en una importante referencia por ser el único instrumento legal específico vigente y por la inclusión simbólicamente significativa de los términos "pueblos" y "territorios";
2. Una lectura detallada del Convenio muestra que el mismo da fundamento a ciertos derechos, pero también revela muchísimos candados.
3. La aplicación del Convenio ha sido errática. Aparentemente, la resistencia por parte de los gobiernos, que forman parte de los comités y comisiones tripartitas de la OIT esta creciendo ante la apropiación política del Convenio 169 por parte de los movimientos indígenas (Gómez, 1999);
4. La OIT dispone de pocos mecanismos efectivos para hacer cumplir sus recomendaciones. Esto depende más bien de la presión de la opinión pública o de presiones diplomáticas.
"Falta un verdadero compromiso y no se necesita más que buena voluntad de los involucrados: Estado, pueblos indígenas y el resto de la población, todos quienes comparten un mismo territorio".

FUENTES CONSULTADAS

1. Guía para la aplicación judicial: Los Derechos de los Pueblos Indígenas
en el Convenio 169 de la OIT (Organización Internacional del Trabajo).
Oficina de la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los derechos
Humanos.
2. Jorge Gonzáles Galván. El Convenio 169 de la Organización
Internacional del trabajo sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas y
las obligaciones de México con su ratificación.
3. Lee Swepston, Graciela Jolidon, Francesca Fonseca y Finn Andersen.
Convenio Número 169 sobre Pueblos Indígenas y Tribales. Un Manual del
Equipo del Proyecto para Promover la Política de la OIT sobre Pueblos
Indígenas y Tribales.
4. Pueblos Indígenas y tribales. Guía para la Aplicación del Convenio Num.
169. Organización Internacional del Trabajo (OIT).
5. Magdalena Gómez. Lectura Comentada del Convenio 169 de la
Organización Internacional del Trabajo. INI, México., 1995.
6. Pedro García Hierro. Pueblos Indígenas y Derechos Humanos: EL
CONVENIO 169 de la OIT. Vigilancia y Exigibilidad. Centro de Accesoria
Laboral del Perú (CEDAL).
7. Lecturas suministradas por el Dr. Zapeta

[1] Todos los países desarrollados o en vías de desarrollo Miembros de la OIT, e incluso aquellos que no tienen pueblos indígenas en su población nacional, pueden ratificarlo. Las ratificaciones en estos últimos casos son una prueba de solidaridad hacia los pueblos indígenas y tribales.

lunes, 9 de marzo de 2009

Opinión sobre LA IDENTIDAD NACIONAL Y OTRAS IDENTIDADES


El imaginario de la identidad nacional, o de la identidad social-política, es una parte constitutiva de toda sociedad y de toda cultura. Si no se tiene en consideración la aprehensión del imaginario que transita los caminos de cualquiera sea la identidad que se aborde (nacional, social, política, étnica, lingüística, etc.), esta quedará -de alguna manera- mutilada, ya que la dimensión de lo imaginario conduce al conocimiento de la subjetividad y de lo inconsciente. W. Hegel (1984) hace una bella descripción -lindante con lo poético- de lo que es el imaginario (pág. 154) y desde ésa lectura es posible entenderlo como el conjunto de representaciones y referentes a partir de los cuales una sociedad o una cultura alcanza a percibirse, a pensarse, a sentirse e, incluso, a soñarse. De esta manera dicha sociedad o cultura es capaz de construir una imagen de si misma a partir de lo cual dicha imagen podrá ser coherente o incoherente y, cualquiera sea la posibilidad que adopte, tendrá posibilidades de funcionar. Para esto el estudio de los mitos y las leyendas populares puede ser un útil ayudante para el investigador que le interese recorrer tales senderos
El concepto de nación promulgado por filósofos latinoamericanos suele ser el de ver a las regiones hispanas en
América como parte de una nación, la cual no va seguida por un Estado. Este concepto se basa en un mismo origen colonial, la lengua y paralelos históricos. Para diferenciarse de Europa, se promulgó paralelamente con el movimiento nacionalista étnico en Europa el concepto de la nación iberoamericana como unidad étnica, basada en el mestizaje y se intentó demostrar por qué ésta debería ser superior a otras, mientras que en Europa se intentaba demostrar por qué la mezcla de antiguas etnias sería mala.
El concepto de nación en Latinoamérica no es claro. Mientras a nivel oficial se suele utilizar el concepto como equivalente a Estado territorial, los ideólogos y filósofos promulgan el sentido de nación latinoamericana, así como se encuentra también el de nación iberoaméricana o a mayores generalizaciones, partiendo especialmente de la lengua no española, sino latina y viendo los países romances como aquellos Estados pertenecientes a una nación común. Asimismo, existe también el sentimiento nacionalista de carácter regional que se contrapone al de una nación general. De manera general, los estados latinoamericanos buscan mantener claras ciertas diferencias respecto unos a otros, motivados por el hecho de procurar legitimar el carácter de independencia cultural al cual tienen derecho.

Sin embargo, es preciso -al hablar de identidad nacional o social- comprender que este no es un concepto estático, que se presenta como en estado de congelamiento, sino que -por el contrario- es un concepto altamente dinámico y cambiante.
Normalmente, desde posiciones pretendidamente nacionalistas, chauvinistas y folklóricas, no se tiene en consideración que el concepto va adoptando y adaptando perfiles diferentes, según sea el momento histórico que le toca transcurrir por el imaginario social de los pueblos que lo portan. En todo caso, la identidad nacional de los pueblos iberoamericanos, desde el período en que Iberoamérica estaba habitada por aborígenes hasta la actualidad, solamente tiene como constante una continuidad geográfica, la que vio la luz durante el Siglo XIX. A partir de que se puso en marcha la gran corriente inmigratoria, proveniente de Europa hacia nuestras costas, hecho que ocurrió desde finales de aquél siglo y hasta aproximadamente 1930, la identidad de nuestros pueblos fue modificándose. Ese movimiento migratorio fue cambiando la identidad -nacional, social y cultural- de cada uno de los pueblos integrados en una Nación/Estado; de tal suerte fue aquel fenómeno, que se ha ido constituyendo una identidad nacional diferente a la existente en la época precolombina y, en estos momentos en que los aluviones inmigratorios se producen dentro del espacio geográfico de toda América -en especial entre países limítrofes-, entonces es posible hablar de una suerte de "latinoamericanización" de nuestros pueblos. Cosa esta que fundamentalmente está afectando -por ejemplo- a los Estados Unidos de Norteamérica, merced a la "invasión" de hispanohablantes que llegan del resto del continente.
Cuidar, la identidad nacional no supone declararles la guerra a las influencias de otras culturas. Es más bien preocuparse por que esas influencias sean integradas a lo que ya somos , para serlo cada vez más y para serlo mejor. Ello, por supuesto, requiere que tengamos clara conciencia de nuestra individualidad y que, no renunciando a la misma porque no nos acarrea vergüenza, queramos su desarrollo y afianzamiento a la par del progreso moderno. La tarea, pues, consiste en definir esa identidad nacional y luchar por su aceptación como un valor no despreciable al ser la obra concreta de unos hombres auténticos que también trabajan en el mundo.

viernes, 27 de febrero de 2009

Opinión sobre “El laberinto de la soledad”

La obra de Octavio Paz, fue el mayor aporte de las letras mexicanas del siglo pasado. Es una voluntad de interpretar críticamente la realidad histórica de México. En la historia de la literatura hispanoamericana se trata de la prosa ensayística más importante de este siglo, la que ha influido más en el pensamiento y en la literatura de lengua española.
Su obra extensa; nunca carente de interés, a menudo sorprende por su claridad narrativa. Cultivó la poesía y el ensayo, pero, como una novela bien estructurada, su obra nos lleva de la mano por el camino de la reflexión y la pregunta, del amor y la duda, de la vida y la muerte.
Es precisamente, el carácter analítico de su obra, el factor fascinante de su prosa. “El Laberinto de la Soledad”, es un estudio del mexicano, no del criollo ni el mestizo, no del indígena, ni el descendiente de padres o abuelos extranjeros, sino de todos ellos y muchos más. Su vigencia es impactante.
Contiene ocho capítulos y un apéndice en los cuales recorre la historia de México. Sus momentos simbólicos y dramáticos.
El autor analiza diversas expresiones, actitudes características y preferencias para llegar al fondo anímico donde se han originado. Las secretas raíces conservan ligaduras que atan al hombre con su cultura, adiestran sus reacciones y, al darle su conformación definitiva, sustentan el armazón interno del espíritu nacional, latente en el trasplantado, "manifiesto dentro de sus fronteras, eficaz siempre".
El capítulo primero, el pachuco y otros extremos, inicia la reflexión sobre el ser mexicano tomando un modelo que se encuentra escindido de su suelo, de su ambiente y en torno a esta figura plantea su tesis sobre la soledad que estaría en lugar del sentimiento de inferioridad que Samuel Ramos manejaba en El Perfil del Hombre y la Cultura en México. Y en el apartado final, Octavio Paz cierra sobre la misma idea de la soledad desde una perspectiva dialéctica de lo histórico y lo mítico.
En el libro nos narra como la conquista influye en el mexicano pues muchos tienen un sentimiento de menor valía al ser un pueblo conquistado y se puede ver en frases que utiliza por ejemplo el macho mexicano, que con su lenguaje quiere parecer superior a todos pero es al contrario, solo demuestra inseguridad. En el libro también se quita la mascara del país y muestra a individuos solos, aislados que viven entre sombras por ejemplo el llamado “pachuco” que adopta su identidad del extranjero y de la suya propia para crear este personaje que como muchos vive en soledad. El pachuco son bandas de jóvenes, generalmente de origen mexicano que viven en las ciudades del sur de Estados Unidos. Se singularizan por su vestimenta, así como también por su conducta y lenguaje; este modo de existir de dicha sociedad ha perdido toda herencia (lengua, religión, costumbre, etc.). se considera una sociedad abierta que intenta encajar en la sociedad americana, pero que a la vez no se reconoce ni como mexicano ni como norteamericano. Es importante saber que muchas de las reflexiones que forman parte de este ensayo nacieron fuera de México.
La religión también es un factor importante, ella se descubre la verdadera raíz del pensamiento del mexicano, ya que su catolicismo en la mayoría de los casos esta cubriendo la raíz de su pensamiento que es mucho más antiguo. El mexicano tiene gran acercamiento hacia todas sus tradiciones y costumbres, una de ellas es la muerte por quien siente un enorme respeto, huye de ella pero la celebra cada noviembre. La manera como celebran los "días de muertos" y la relación de los mexicanos con la muerte es muy especial, difícil de entender para otras culturas. El mexicano cree que cada quien recibe la muerte que se busca. Sin embargo también se ve un cambio en la sociedad y este apareció con la Revolución mexicana, que nos mostró que el pasado ya no existía y que no se podía seguir viviendo de una ilusión.
Esta obra me pareció de gran interés ya que muestra las caras que México tiene y la forma en que el mexicano vive; sus costumbres y tradiciones que son lo que lo hacen aun mas especial y único.
Aun con todo lo que el mexicano posee no encuentra satisfacción o plenitud en su vida ya que por su búsqueda por su origen continua, estando solo. El mexicano reniega de sus lazos que lo unen al viejo continente pero también reniega de la sangre pura indígena que transita por sus venas; para el èste asunto puede llegar a ser de vida o muerte.
La obra en si, invita a la reflexión sobre lo que somos y como influimos en el destino de nuestras naciones y las costumbres de nuestra gente y nos ayuda a entender que tiene que cambiar en nuestra política para tener un país mas prospero.
Nos damos cuenta que la soledad , nos hace sumergirnos o refugiarnos en personajes tales como el pachuco, donde no aceptamos nuestra realidad social tal cual es, que aunque pensamos con los ojos abiertos nos dejamos llevar por los prejuicios y contradicciones internas y externas.
Vivimos en un país donde la mayor parte de las cosas que hacemos van ligadas a la religión y a nuestro pasado tan marcado. Es un país que no ha dejado de ser machista en el fondo; que usa a la mujer como un objeto de su vanidad, que la convierte en victima de sus placeres y lujuria;
Considero que todos los latinoamericanos, deberíamos trabajar por la verdadera modernización del estado, olvidarnos un poco de los prejuicios que nos aturden pero sin olvidar nuestros valores. Sin olvidarnos de nuestras costumbres y tradiciones que nos hacen originales y que dan sentido a nuestras vidas.

RITUAL EN IXIMCHÈ "Una experiencia Innolvidable"

Uno de los elementos que hace único a Guatemala, es la cultura viva de la población indígena. Se experimenta a diario en cada rincón del País, en especial en la región occidente. Los colores, tradiciones, lenguajes, rituales y costumbres del País tienen su origen en los 23 grupos étnicos que viven en Guatemala.

El pasado 21 de Febrero tuve la oportunidad de visitar uno de los ejemplos más grandes del amplio legado histórico y cultural con que cuenta el país de la eterna primavera, Las ruinas de Iximche[1], capital de los Cakchiqueles fundada alrededor de 1.470 por los gobernantes Juntoh y Vukubatz, al pie del monte Ratzamut por hondas barrancas en las que corren los ríos El Molino y Los Chocoyos, afluentes del Madre Vieja.

Ubicadas en Tecpán, departamento de Chimaltenango y a pocos minutos de la ciudad de Guatemala, las ruinas de Iximché son un agradable destino turístico por su clima que se combina en perfecta armonía con la naturaleza del lugar y que es aprovechado para la celebración de rituales mayas.
La visita que efectuamos los estudiantes de Maestría de la Universidad Francisco Marroquín, dirigida por el Dr. Estuardo Zapeta coincidió con un ritual muy importante, la primera salida del año 5125 según el calendario maya. Este nuevo año maya comenzó con fuertes vientos y frío, como corresponde al cargador que regirá los próximos 365 días: Iq’, el viento.

Con antelación, sacerdotes y sacerdotisas prepararon altares ceremoniales para darle la bienvenida al Sol en su primera salida del año. Para la ceremonia, los sacerdotes y sacerdotisas colocaron en el altar velas, miel, tabaco, y otras ofrendas que cada uno llevó al sitio, las cuales se queman una vez invocadas todas las fuerzas de la naturaleza. Cuando las llamas comenzaron “su baile en la hoguera”, los guías espirituales danzaron alrededor del fuego sagrado, al tiempo que daban gracias por la llegada del nuevo período.



El último punto de la ceremonia consistió en la invocación de los 20 nahuales de la cosmovisión maya. Éstos son espíritus o fuerzas de cada uno de los 20 días del mes que marca el calendario de esa cultura, el cual determina las energías positivas y negativas de las personas que han nacido en esos períodos.



El asistir a este ritual y a este lugar tan imponente en realidad me hizo ver que la impronta indígena en la cultura nacional continúa en el presente. La interaccion con las "etnias nacionales" motivan un permanente proceso de unión de razas.

El haberlos visto con sus convicciones y sus rituales me hace entender que los pueblos indígenas tienen mucho que enseñar a los hombres modernos. Quienes hayan tenido el privilegio de conocer poblados indígenas que se mantengan al margen de la contaminación de los "progresos" , habrán observado, como lo hicimos nosotros , que la mayoría de los indígenas son seres que se encuentran en un estado de virginidad envidiable; que se respetan los unos a los otros de una manera que no es posible ver ya en nuestras ciudades modernas; que son hombres humildes, pero con una dignidad que ya no existe "ni en las mejores familias" ; y que son seres humanos verdaderos, que comparten con su prójimo sus alegrías, sus tristezas y sus pocos haberes materiales.
Definitivamente los conceptos estéticos indígenas, no solamente los prehistóricos sino igualmente los contemporáneos, han contribuido cada vez mas a darle individualidad y contenido a la obra artística guatemalteca.







[1] Iximchè: Su nombre viene de las voces IXIM: MAIZ y CHEÉ: ÁRBOL, por lo que se puede interpretar como: “lugar de maizales”

viernes, 6 de febrero de 2009

Opinión sobre: El encuentro intercultural en la vida cotidiana




La definición más frecuente, de cultura consiste en los valores, las normas y los modelos de comportamiento que son compartidos por los miembros de una sociedad y que influyen en su comportamiento. Estos valores compartidos por una sociedad se adquieren por aprendizaje y no pasan de una generación a otra por herencia biológica. Al criarnos en una cultura determinada, aprendemos las normas y usos más importantes que necesitamos para adaptarnos a esta sociedad.
En su Declaración Universal sobre la Diversidad Cultural, la Conferencia General de la UNESCO reafirmó en su 31ª reunión que "... la cultura debe ser considerada el conjunto de los rasgos distintivos espirituales y materiales, intelectuales y afectivos que caracterizan a una sociedad o a un grupo social y que abarca, además de las artes y las letras, los modos de vida, las maneras de vivir juntos, los sistemas de valores, las tradiciones y las creencias[i]"

Al analizar la lectura sobre “El encuentro intercultural en la vida cotidiana” pienso que es marcado el pensamiento liberal y conservador de las personas dependiendo del pais en donde se desarrollen. Vemos como el comportamiento de personas procedentes de entornos culturales diferentes no es fortuito sino que sigue tradiciones identificables. Personas de culturas diferentes a menudo comparten ciertos conceptos sociales básicos aunque suelen observarlos desde puntos de vista y perspectivas diferentes. Por esta razón es muy posible que un modelo de comportamiento sea considerado "socialmente aceptable" en una sociedad mientras que en otra no se comprenda o incluso resulte insolente.
Las culturas tienen sus propias ideas sobre lo que es un comportamiento "correcto" o "incorrecto" ya que estos son algunos de los modelos de conducta específicos de las mismas .
Cuando personas de varias culturas se encuentran, también se encuentran con formas diferentes de ver el mundo. Malinterpretaciones, malentendidos y problemas a menudo surgen porque cada parte tiende a mirar el otro grupo desde su propio punto de vista cultural.
Por ello es importante ser consciente de este factor para poder entender mejor a otras culturas. Al estudiar otra cultura, no hay nada "correcto" o "incorrecto"; sino que simplemente el comportamiento y las costumbres son diferentes.
Comprender las diferencias culturales es especialmente importante porque tiene una influencia crucial en el comportamiento en entornos culturales diferentes.
Debido al avance de la globalización y la creciente movilidad de la gente, es de fundamental importancia conocer las características específicas de nuestra propia cultura y las de otras culturas para reconocer y apreciar las similitudes siendo a la vez consciente de las diferencias.
Sensibilidad, tolerancia y una actitud abierta son medios para alcanzar un cierto nivel de "internacionalismo cultural" y profundizar los conocimientos sobre códigos e interrelaciones culturales.
La cultura es la base de nuestra vida diaria y de nuestras relaciones con otras personas. Sin cultura seríamos incapaces de comunicarnos los unos con los otros.

[i] Definición conforme a las conclusiones de la Conferencia Mundial sobre las Políticas Culturales (MONDIACULT, México, 1982), de la Comisión Mundial de Cultura y Desarrollo (Nuestra Diversidad Creativa, 1995) y de la Conferencia Intergubernamental sobre Políticas Culturales para el Desarrollo (Estocolmo, 1998).

viernes, 23 de enero de 2009

OPINION SOBRE TESIS DE MIGUEL ASTURIAS

Sociología Guatemalteca: El problema social del indio

Al leer la Tesis de Miguel Ángel Asturias, persona que es digna de admiración por sus escritos, me siento impactada y a la vez en total desacuerdo con sus ideas y pensamientos.
No estoy de acuerdo al hablar así de cualquier raza “El cabello es de firme color negro, espinudo, como se le llama vulgarmente, y se extiende con toda regularidad sobre la cabeza, abundando hacia delante, a la altura del frontal. Recuerda una brocha”.
En realidad el autor estaba caricaturizando los estereotipos que manejaban los mestizos ladinos de entonces para referirse a la raza esclavizada que llevaban en la sangre.
Asturias hace suyas las apreciaciones que no son dignas de una persona de su nivel intelectual “También es notable su facilidad para imitar (cualidad de las razas inferiores) gracias a esa facilidad es hábil para la arquitectura y el dibujo; pero es incapaz de crear”, o cuando expresa su tesis de traer alemanes a mezclarse con las mujeres indígenas para que los hijos sean bellos, grandes y fuertes.
Con esta tesis podemos concluir que las investigaciones son indispensables pero también, cuando se acumulan sin revisión, son una amenaza para la renovación de la vida, es necesario aprender a juzgar la función que cada una de ellas desempeña en las diversas coyunturas históricas.
La amplitud de los problemas heredados y el grado de tensión social alcanzado en aquel entonces no es cosa como para pasarlos por alto.
En este nuevo contexto, en nuestra actualidad, la diversidad se convierte en una manera de abordar el mejoramiento de nuestra vida en común, cuyo fundamento es la aceptación de una visión plural del mundo. La diversidad cultural es percibida aquí como integración y no como superposición o yuxtaposición de culturas, y que la sociedad en la cual ella se expresa es ante todo una sociedad de saberes compartidos.
El problema que veo es cuando los etnonacionalismos, feminismos, y demás "ismos" se tornan esencialistas y fundamentalistas. Es decir, cuando se proclaman como portadores de verdades esenciales, inamovibles e indiscutibles, y cuando postulan sujetos esenciales, fundamentales y superiores a los sujetos con los cuales conviven, proponiendo superarlos pero, en realidad, buscando darle vuelta al lado que mas les convenga nada más.
Así, los etnonacionalismos fundamentalistas se auto-constituyen en liberadores del racismo y el etnocentrismo, pero ellos mismos buscan ocupar el lugar del opresor contra el que luchan para poder oprimirlo. Igualmente, los feminismos anti-masculinos buscan voltear el lado del machismo y convertir a ciertas mujeres en los sujetos que hagan a los hombres todo lo que éstos les hacen a las mujeres. Así las cosas, los movimientos pretendidamente emancipadores, al esencializarse postulando por ejemplo a Los "Mayas" o a La Mujer (con mayúsculas) como sujetos superiores, dejan de ser emancipadores para pasar a ser otra versión del viejo autoritarismo.

Opiniòn acerca de "Ensayo sobre etnicidad"

Al leer el Ensayo sobre etnicidad elaborado por el Antropologo y Periodista Estuardo Zapeta, vi una realidad muchas veces oculta para extranjeros como yo que residimos en el paìs , y es que en realidad desde mi punto de vista en Guatemala hay un diálogo ausente y una deuda histórica con los indígenas.

Desde la llegada de los españoles hasta nuestros días, hay una línea de continuidad política que no reconoce en el territorio la presencia de una todavía significativa cantidad de poblaciones indígenas.
Condenados a vivir en condiciones de extrema pobreza y marginalidad, ellos son fiel muestra de la intolerancia y falta de respeto que las culturas nacionales han otorgado a los pueblos originarios. Porque hay algo más: no sólo la condena a la miseria sino a la desaparición, como etnia y como cultura.
El derecho a la existencia del “otro”, del diferente al supuesto habitante “estándar” de los Estados, parte de la propuesta tramposa de aceptarlo con la condición de que deje de ser lo que es: si el otro renuncia a sí mismo puede ser considerado como mi conciudadano e incluso, eventualmente, como mi semejante. En esta lógica perversa reside, precisamente, la “captura” del indígena como mano de obra regalada (ojalá pudiéramos decir barata) y la cada vez más creciente pérdida de sus valores y cosmovisión.
Porque finalmente de lo que se trata es de aceptar y convivir con este otro que tiene otros modos: otra forma de entender la economía, la justicia, la cultura, la educación.
Ciertamente, este debate tiene infinidad de matices, y más allá de que existen autores que se encuadran en uno u otro extremo, también existen aquellos que intentar adoptar una postura intermedia, destacando las ventajas de seguir defendiendo desde una postura liberal el ejercicio de determinados derechos, pero sin dejar de destacar la importancia que para el individuo reviste la membresía a un grupo étnico.
Si no reconocemos derechos diferenciados que surgen de las propias diferencias de estos pueblos, el Estado no podrá garantizar una inserción plena, que reduzca la vulnerabilidad de los grupos afectados, y que les de cabida dentro de un marco democrático de interacción.

Esto no significa que la tarea sea sencilla, y que no existan problemas que merezcan una reflexión
más profunda (como lo es la vigencia de los derechos humanos), pero lo cierto es que hoy es impensable concebir un Estado de Derecho "genuino" que no implique el respeto a la diversidad.